Desde el gran ventanal de mi estudio penetran paisajes. Los árboles y las plantas son personajes de mis cuadros; te resultarán familiares. Los animales también están muy presentes allí; No los veo extraños sino por el contrario amables, tratando de compartir sus sentimientos con nosotros, cuestionándonos. Verás perros, caballos, ballenas y también sirenas. Los actores, hombres y mujeres que actúan allí, son una representación para usted. Algunas de mis pinturas llevan como telón de fondo la narrativa pictórica de las emociones del viaje. Otros dibujos y pinturas son instantáneas de la intimidad de nuestras vidas, momentos simples en los que solo la felicidad parece ser el tema real. Mis pinturas, mis "imágenes", son generalmente escenas poéticas, historias de colores, a veces parecen tragedias espectáculo, óperas trampantojo; cada habitación tiene su propio universo. Si embarco en esta expedición pictórica nuestra melancolía onírica, y por qué no en el lote, las angustias de la vida, es para testimoniar en mi pintura el candor, la benevolencia de las almas encantadas que percibo, muchas veces en un inesperado.

 

Desde hace más de medio siglo observo un mundo complejo, cuya dimensión poética radica precisamente en esa complejidad, como una revegetación de lo árido, como estas hierbas, estos arbustos y estas flores que sembra el viento y emergen los pájaros. audazmente, desde el más pequeño intersticio vacío de la ciudad.

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La pintura es el arte de la ilusión feliz. Cuanto más nos conquista una pintura, más nos apegamos a su génesis, a su historia; se convierte en parte de su imaginación.

 

François Ruisseau